Los Reyes abrieron ayer su tradicional verano mallorquín con una sesión gráfica en la que estuvieron acompañados de sus hijas. Distendidos y sonrientes, saludaron uno por uno a las decenas de periodistas que acudieron al posado, recuperado el pasado año tras casi una década de interrupción. Don Felipe se mostró partidario de estudiar con detenimiento la apertura al público de los jardines de Marivent solicitada por el Gobierno autonómico.