El jueves 1 de agosto es la fecha elegida por el alcalde de Lalín para la anunciada reunión sobre el cierre de las calles Principal y Joaquín Loriga. José Crespo Iglesias dio instrucciones a la concejala de Relaciones Vecinales, María Álvarez, para convocar a todos los propietarios de negocios de ambas calles y de Wenceslao Calvo Garra, Praza da Igrexa y el primer tramo de Colón. El encuentro se desarrollará a partir de las 21:00 horas en el consistorio y también están invitados los vecinos de dichas calles.

"Nos comprometimos a retirar la cancilla de la vergüenza y la vamos a retirar sí o sí, que nadie tenga dudas", manifestó ayer el regidor en una radio local sobre una de sus promesas electorales. Su intención es mantener abiertas Principal y Loriga en invierno, salvo cuando haya algún evento importante, y cortarla en verano los sábados por la tarde, "cuando cierre el comercio, nunca antes". Pero tomará una determinación firme después de pulsar la opinión ciudadana. "No me gusta la política de la yenka, que es lo que se hizo en Lalín estos cuatro años", apostilla. "Vamos a hacer lo que nos parezca mejor para el interés general", eso si, después de "escucharlos a todos". Así que no solo se hablará del cierre de calles y de la retirada de la valla, sino también, por ejemplo, de la viabilidad de volver a cambiar el sentido del tráfico en Calvo Garra.

Sobre esta última calle no descarta encargar un nuevo proyecto para levantar la polémica piedra de las aceras y reponer "un tipo de suelo lineal" como el que había antes. "Está claro que si cae la gente es que no está bien", subraya. No obstante, pretende agotar antes las posibilidades, que pasan por dejar que terminen las obras de pulido que realiza la adjudicataria del proyecto de humanización para ver los resultados. Con los trabajos ya realizados "algo se ha mejorado", según le dijeron varios comerciantes a los que sondeó. "Pero si sigue cayendo la gente algo falla y hay que arreglarlo", alega. "El motivo fundamental por el que tropieza la gente es la cuesta, si fuese llano no tendríamos la mitad de las dificultades", apunta.

Tan pronto supo de la caída de una mujer el pasado lunes contactó con una firma especializada en tratamiento de siliconas y resinas, con la que quedó la semana que viene "para ver si nos dan una solución, independientemente de que el director de obra y la empresa aún estén acondicionando distintos temas que hay en la calle". Crespo quiere saber si hay forma de "hacer algún tipo de sellado que deje todo al mismo nivel y que no se resbale". De ser así, le solicitará presupuesto.