Cuando se acerca el verano, llega el momento de adecuar la terraza y los espacios exteriores para disfrutar en familia. Para contar con espacios acogedores no hace falta romperse demasiado la cabeza. Una de las claves es utilizar pocas y escogidas piezas de mobiliario. Entre ellas no pueden faltar sillas y mesas en maderas duras y resistentes como la teca o incluso el pino, con tratamientos contra la humedad.

También están de moda los espacios verdes de inspiración inglesa, amplios y simples, sin demasiada variedad de flores, bien cuidados, pero con apariencia natural. La pequeña terraza de un piso puede ser un acogedor saloncito para el verano si se plantea como una zona de estar. Otro factor para conseguir los mejores resultados en porches y jardines es tener en cuenta el clima.

No es lo mismo decorar en una zona muy calurosa que en otra más fresca. Si en el primer caso no resulta posible prescindir de una buena sombrilla, en zonas más frescas es necesario proteger el área de las corrientes. Elementos como chimeneas o estufas también son de uso habitual en terrazas y jardines pensados para ser vividos de forma intensa.

Si se buscan ideas al otro lado del Mediterráneo, resulta posible mezclar el clasicismo de Roma con el diseño italiano más actual. Con un mueble de terraza compuesto de mesas blancas extensibles y unos sillones tapizados blancos y una alfombra de fibra sobre el suelo empedrado. En las columnas pueden colocarse faroles de hierro forjado con cirios blancos y una lámpara farol de cobre que cuelgue del techo. El mimbre es otro de los materiales que siempre dan juego para configurar ambientes de exterior.

Maceteros y tumbonas

Los maceteros de terracota son uno de esos complementos que alegran cualquier espacio exterior. Una buena tumbona invita a relajarse. Las hay de una o dos plazas, fabricadas en fibra artificial de gran calidad y resistentes al exterior. Son ideales para acompañar el entorno de la piscina.

En caso de que no se disponga de este equipamiento, la tumbona encaja perfectamente en cualquier rincón. Y claro, una hamaca es el colmo de la comodidad. El único problema es que para sujetarla se necesitan dos puntos de amarre. Unos jarrones con flores y pequeños manteles individuales para alegrar la mesa completan el conjunto.