"Gran Reserva" vuelve el próximo jueves a La 1 de TVE con nuevos capítulos en los que, además de las consabidas luchas de poder, habrá una boda, la investigación de un gran secreto y amenazas de muerte, en la línea de melodrama y "thriller" que caracteriza la serie.

"Hemos cogido lo mejor de la temporada inicial y lo hemos explotado", ha señalado hoy en la presentación de los nuevos 13 episodios de la serie el productor Ramón Campos, creador de esta historia de dos clanes de bodegueros riojanos, los poderosos Cortázar y los luchadores Reverte, enfrentados a muerte por el control del negocio del vino.

Las luchas familiares, internas y externas, propiciarán en esta segunda temporada la amenaza de muerte, agresión física incluida, de Vicente Cortázar, el patriarca de los Cortázar, que interpreta Emilio Gutiérrez Caba, quien hoy ha confirmado que su personaje sigue siendo un ser "deleznable que nunca está satisfecho con lo que consigue".

En la reanudación de una de las series revelación del año pasado, el jefe de los Cortázar ha sido traicionado por su hijo pequeño, Raúl Cortázar (Aitor Luna), que se integra en el clan de los Reverte aparentemente con buenas intenciones y manteniendo una plácida relación sentimental con Lucía (Alejandra Echevarría).

Echevarría ha explicado hoy que su personaje abundará en la nueva temporada en su felicidad por su amor a Raúl, "pero todo lo demás será inestabilidad".

No obstante, incluso en esa relación aparecerán nubarrones; "nada es lo que parece", ha confirmado a Efe Aitor Luna, cuyo personaje se vuelve "un poco más retorcido", si cabe, en esta temporada.

Tampoco el apoyo del primogénito de Vicente Cortázar, Miguel, es tan obvio como en principio puede parecer, lo que, según el actor Tristán Ulloa -que da vida a este personaje que todavía intenta recuperar episodios borrados de su memoria-, es parte de una sucesión de sorpresas que hace que los propios intérpretes sigan la serie "como espectadores".

Esa sensación de "extrañeza" ante la sucesión de acontecimientos la compartía hoy la actriz Ángela Molina -Sofía Reverte en la serie-, quien no obstante ha apuntado que "Gran Reserva" ha conseguido atraer su atención "también como público", y ha remachado con ironía que "no todo es maldad en la serie".

Entre las buenas noticias de la serie, que seguirá contando con más de la mitad de escenas en diferentes exteriores de La Rioja, está la boda de Pablo (Francesc Garrido) y Sara (Alejandra Lorente), que llevará algo de alegría a los atormentados Cortázar, que ya han rehecho su vida después de la muerte de Claudia y de la quema de sus viñas.

La continuación de "Gran Reserva" se refuerza con nuevos personajes, como Lorena (Thäis Blume), una camarera que causará una poderosa influencia en Daniel Reverte (Ricard Sales), mientras que Asensi (Álvaro de Luna), presidente del Consejo Regulador, será un nuevo enemigo de Vicente Cortázar.

Por su parte, Manu (Yon González), un joven sensible y dispuesto a luchar por la justicia, interpretará al nuevo secretario de bodegas Cortázar, un papel del que se muestra "encantado", aunque por ahora no comparta escenas con su hermano en la vida real, Aitor Luna.

Ramón Campos ha explicado a Efe que con las nuevas incorporaciones, además de reforzar las tramas, se ha buscado un público joven con el que apuntalar la audiencia, al reforzar "los vínculos que hacen que padres e hijos se sienten a ver la misma serie".

En su primera temporada, "Gran Reserva" sumó una media de casi 4 millones de espectadores y despidió su último episodio con un 23,5 de cuota de pantalla, un éxito que intentará trasladarse a Chile, donde se rodará una versión propia, según ha anunciado hoy la productora de la serie, "Bambú".