Xabier Mariño Álvarez (Pontearesas, 1983) es el único compositor gallego presente en la programación de la prestigiosa Quincena Musical de San Sebastián, donde el próximo martes día 24 estrenará en el Kursaal su última obra, “Xehatu”, que inaugurará el Ciclo de Música Contemporánea dentro de este festival. “Xehatu” es una pieza para violín, guitarra y piano compuesta por encargo del certamen donostiarra, que interpretará la formación salmantina SMASH Ensemble. “Es un privilegio estrenar en un festival donde participan los compositores contemporáneos más importantes”, asegura el pianista y compositor ponteareano.

-¿Hay mucha diferencia entre componer una obra por encargo y otra que no lo es?

-La verdad es que el festival me dio mucha libertad porque pude elegir la formación y me decidí por ésta porque era la que mejor se adaptaba a mi formación acústica y audiovisual.

-Los conciertos para guitarra, piano y violín no son muy habituales. ¿Sintonizan bien?

-Sí; de hecho hay grandes obras para piano y violín... Pero me atrajo la propia complicación de la formación.

-¿Es un hombre de retos?

-No siempre. Pero una vez que vi las posibilidades que tenían los tres instrumentos y que me permitía explorar, me decidí. Es una pieza de música clásica pero que incorpora algunas técnicas del siglo XX, como el empleo de cuerdas en medio de las cuerdas del piano, lo que hace que su sonido se parezca más al del violín, y golpes en la madera de violín y guitarra...

-¿Explorar es lo que más le atrae de la composición?

-Más que explorar, experimentar. Esto está bien para olvidarnos de la memoria histórica de la música, para desprendernos de ese bagaje que hace que todo lo relacionemos con lo anterior y encontrar el equilibrio sonoro.

-¿Al público español también le gusta experimentar con nuevos sonidos?

-En esto estamos a la cola de Europa. Tenemos demasiada costumbre de querer escuchar lo que ya conocemos y de no experimentar como oyentes, pero para el oyente, al igual que para el músico, es bueno experimentar nuevas escuchas y a a apreciar el arte sonoro al igual que el arte contemporáneo, que hasta hace poco se consideraba una locura. Afortunadamente, las modas cambian, y ya comienza a verse más público y hay una mayor programación, sobre todo en Madrid y Barcelona.

-¿Cómo está la situación para un compositor en Galicia?

-Siempre es complicada, pero especialmente ahora, con la famosa crisis, porque los máximos recortes se han hecho en cultura, recortes increíbles. El nuestro es un mundo demasiado competitivo para optar a las únicas becas que se dan para todos.