Los restos mortales de Andrés Montes han sido incinerados hoy a las once de la mañana en el Tanatorio de La Paz, en el municipio madrileño de Alcobendas, adonde habían acudido familiares y amigos íntimos del fallecido para dar el último adiós al emblemático periodista deportivo.

Andrés Montes, de 53 años, fue hallado muerto en su domicilio madrileño en el barrio de Chamberí el viernes pasado.

Entre los presentes se encontraban muchos periodistas deportivos de las diferentes cadenas en las que Montes trabajó, entre ellos, Toñín Llorente, Nico Abad, Antoni Daimiel, Felipe de Campo, y también algún jugador de baloncesto con el cual le unía una íntima amistad tras tantos años retransmitiendo partidos de baloncesto, como José Luis Llorente.

Un "hito en las narraciones"

Toñín Llorente, en declaraciones a Efe, le calificaba como "un hombre diferente, genuino, con una personalidad muy acusada, y que nos hacía pasar siempre momentos diferentes porque él era una persona que no era igual a nadie".

Nico Abad, presentador de Cuatro, indicó que la principal virtud de Andrés Montes era "que él ponía en una frase, o en un mote, todo el sentimiento que se generaba alrededor de un personaje". Para Abad, marcó un "hito en las narraciones" ya que no se dejaba llevar por las críticas a los jugadores o los sistemas de juego, y "marcaba una referencia".