El reciente anuncio del Gobierno de permitir las participaciones cruzadas ha dado vía libre a los distintos operadores para que todos "hablen con todos", tal y como dijo recientemente el presidente de Telecinco, Alejandro Echevarría.

El pistoletazo de salida en este "terremoto de las fusiones" lo dio a finales de marzo el consejero delegado de La Sexta, José Miguel Contreras, en una conferencia organizada por el Foro de la Nueva Economía, al que además acudieron como invitados representantes de la mayoría de las cadenas.

El directivo aseguró entonces que en el plazo de un año no se hablará de cadenas, sino de plataformas de televisión con ocho canales cada una y donde sobrevivirán tres grupos fuertes.

Con la llegada de la TDT, estas plataformas, en su opinión, "van a transformar el valor y la importancia de las grandes cadenas" y se necesitarán canales "muy potentes dispuestos a asumir audiencias mayoritarias".

Contreras señaló, además, que ha sido Antena 3 la que planteó este asunto de las fusiones en el seno de la Unión de Televisiones Comerciales (UTECA), a lo que todas, menos una, se mostraron "favorables".

El proyecto de ley que regulará las participaciones cruzadas elimina el límite del cinco por ciento y permite a dos operadores fusionarse con el único límite de que no pueden unirse dos cadenas que tengan más del 27 por ciento de la audiencia en su conjunto.

Esto hace que cadenas de alta audiencia media como Antena 3 o Telecinco no puedan fusionarse entre sí y que ambas tengan que hacerlo con cadenas como Cuatro, La Sexta, Veo TV o Net TV, entre otras, con una audiencia media menor, o entre ellas mismas.

Antena 3 está controlada, entre otros, por el Grupo Planeta que posee el 44,58 por ciento y el operador alemán RTL, que cuenta con un 20,5, mientras que en Telecinco se encuentran, entre otros, el grupo Mediaset, con un 52 por ciento, y el Dresdner Bank, con un 24,7 por ciento.

Frente a ambos gigantes se encuentra, entre otros, Cuatro, la cadena generalista y en abierto del Grupo PRISA, y La Sexta, propiedad en un 51 por ciento de Grupo Audiovisual de Medios de Producción (GAMP) y de Televisa, que posee el 40 por ciento.

GAMP es a su vez en un 69,95 por ciento propiedad del grupo Árbol y Mediapro (fusionados en un nuevo grupo llamado Imagina); un 9,8 por ciento de la Caja de Ahorros de Bilbao y Vizcaya; un 8,25 por ciento de El Terrat y un 12 por ciento de Bainet Media (Karlos Arguiñano).

Tras las declaraciones del consejero delegado de La Sexta, otros operadores, como Telecinco, han reconocido que mantienen conversaciones sobre posibles fusiones con La Sexta y Cuatro, tal y como reconoció su presidente, Alejandro Echevarría, aunque luego la cadena posteriormente se viera obligada a rectificar sus palabras.

Además, Echevarría, en declaraciones realizadas esta semana en el Consejo General del Notariado, se mostró convencido de que las cadenas están "condenadas a concentrarse" y que es "imposible" el actual modelo con tantas cadenas.

No obstante, el consejero delegado de Antena 3, Silvio González, ha manifestado en el Foro de la Nueva Economía, que estas fusiones han de hacerse "sin prisas, no unirse por unirse", sino creando valores para sus accionistas.

Todas estas declaraciones han venido, por si ello no fuera poco, acompañadas de un auténtico salto en las cotizaciones, tanto de Telecinco como de Antena 3, hasta el punto de que alguna cadena se ha visto obligada a aclarar sus "declaraciones" sobre las fusiones a la CNMV en el sentido de que no hay negociaciones con ninguna cadena.

Desde principios de mes las acciones de Telecinco han subido más de un 55 por ciento, mientras que las de Antena 3 bordean el 60 de subida.

En caso de que algunas de estas fusiones se llevaran a cabo, este sería el primer movimiento telúrico en el seno de una familia audiovisual muy joven con apenas 19 años de existencia.