Después de conocer la vida anterior de los cinco protagonistas, Alejandro, Simona, Hugo, Eva y Rubén, provenientes de familias acomodadas que llevaban una vida de excesos y que habían escapado al control de unos padres demasiado permisivos, la vida en la granja está haciéndoles cambiar a marchas forzadas. Unos reconocen sus errores y tratan de asumir su vivencia, como si de un castigo divino se tratara, mientras otros se rebelan constantemente, incidiendo aún más en su personalidad depredadora. Pero todos coinciden al algo: escapar de la granja.

Todos parece estar en contra de los jóvenes, para ellos, después de un primer intento fallido, sólo piensan en una cosa: volver a intentar huir del infierno que ya no pueden soportar. Unidos por el sufrimiento, sus relaciones se afianzan, algunos recuerdan pasajes de su vida anterior y lo comparten con sus compañeros mientras se preparan para arriesgarlo todo con tal de alejarse de su prisión.

En España la existencia de este tipo de centros se conoció hace poco más de un año a través de una noticia que ocupó las portadas de la prensa nacional . Un joven suizo de 14 años fue encontrado deambulando pos la estación de Figueras (Gerona), con signos evidentes de haber sido maltratado. El joven contó que se había escapado de una masía en Sant Llorenç de la Muga (Gerona) junto a otros adolescentes donde dijo que les enjaulaban y les maltrataban.