Este descenso no se corresponde con la tendencia media en la UE, donde la cuota ha aumentado del 63,52 al 65,05 por ciento en el mismo periodo.

Los países que destinaron en 2006 más tiempo a la emisión de programas de origen comunitario fueron Polonia (que dedicó el 81,07 por ciento de la programación televisiva) y Dinamarca (80,92 por ciento).

En el extremo opuesto se situaron Suecia (45,44 por ciento) y Letonia (46,98 por ciento).

El informe pone de relieve que se ha registrado un ligero retroceso en la cuota dedicada a emisiones europeas en los Veintisiete entre 2001 y 2006, aunque el estudio menciona varios factores que pueden influir en ello, como el hecho de que ahora se estudie también la situación en los países del Este de la Unión.

Otros motivos son el cambio en el método de cálculo de esos porcentajes y la creciente fragmentación en el sector audiovisual, lo que genera "la necesidad de recurrir a contenidos baratos y fácilmente accesibles".

El estudio concluye que la situación de la difusión de obras europeas en las televisiones de los estados miembros en general "es satisfactoria", aunque admite que todavía hay margen para mejorar en algunos países.

Según el informe, las obras de productores europeos independientes pasaron de representar el 36,44 por ciento de la programación en 2005 al 37,59 por ciento en 2006.

En España el porcentaje disminuyó en ese mismo periodo del 41,05 por ciento al 39,46 por ciento.

"Las cifras ilustran la vitalidad del sector audiovisual de la UE y el compromiso por igual de todos los países en favor de la diversidad cultural", señaló en un comunicado la comisaria europea de Sociedad de la Información, Viviane Reding.

La comisaria señaló que el sector deberá proseguir sus esfuerzos y "ofrecer un contenido europeo rico e innovador para el uso de nuevos servicios, como la televisión a través de los móviles o a la carta".