La directora es Angela Robinson, que además de mujer, joven y negra, ha sido ayudante de dirección de Spike Lee.

Estos datos de la biografía de la cineasta, sumados al perfil más o menos rupturista de su primer filme, D.E.B.S. (2004), una parodia del cine de espías con amor (lésbico) entre las protagonistas, podría llevar a engaño sobre la naturaleza de "Herbie a tope".

Que nadie pique: en los últimos años, cuando esta directora se ha puesto radical se ha ido a la televisión o a Internet, pero con Disney no se hace la revolución ni el orgullo (gay), se hace dinero, y de esto va este filme comercial a tope.

La guapa veinteañera Lindsay Lohan, que ha hecho gran parte de su breve (todavía) carrera a base de comedias blancas para adolescentes, es la protagonista. Interpreta a la hija de un antiguo campeón de las carreras (Michael Keaton) venido a menos.

Aunque el padre quiere mantenerla lejos de las carreras, ella se encapricha de un Volkswagen Escarabajo y él se lo compra. Y resulta que el auto es más o menos igual que el coche fantástico. Matt Dillon completa el reparto.

La película recupera el Volkswagen Escarabajo como eje central de la historia, en línea con aquellas comedias de la década de los 60 (como "Chitty, chitty, bang, bang" o "La carrera del siglo").

A pesar de tener su imagen unida a la década de los 60 el escarabajo (o herbie) no nació con los Beatles ni a la vez que el Seat Seiscientos, sino que fue diseñado en la Alemania de Hitler.

Aún así, parece que cae simpático.