Este acuerdo fue firmado seis días antes de que se cumplan tres años desde que un tsunami arrasó varios países del sureste asiático, el 26 de diciembre de 2004.

En virtud de este pacto, Inmarsat suministrará su servicio de Red de Área Global de Banda Ancha (BGAN) a 50 estaciones de medición del nivel del mar instaladas en el Océano Índico. Este servicio, que permite la conexión de datos de banda ancha por medio de los satélites de comunicaciones Inmarsat-4, transmitirá los resultados de las observaciones del nivel del mar con intervalos de un minuto, mientras que el actual sistema sólo efectúa transmisiones cada quince minutos porque recurre a satélites meteorológicos.

El tiempo ganado gracias a la velocidad de transmisión representa un progreso importante, ya que en el este y el nordeste del Océano Índico el oleaje gigante de un tsunami puede azotar la costa en un lapso de 30 minutos. Pero de esta manera, las autoridades nacionales podrán avisar con mayor celeridad y precisión a las poblaciones costeras en situación de riesgo.

El subdirector general de la UNESCO y secretario ejecutivo de la COI, Patricio Bernal, y el presidente y director general de Inmarsat, Michael Butler, firmaron el acuerdo el pasado día 20 de diciembre en Londres.

Bernal recordó la determinación del director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, de acompañar los progresos logrados en este ámbito con una mejor preparación en el plano nacional. "Si no existen infraestructuras nacionales eficaces, las alertas de tsunamis no podrán llegar a las poblaciones del litoral que corren peligro, afirmó Matsuura.

"Y, si no se llevan a cabo ejercicios de intervención cuando se reciben alertas en la costa, es poco probable que las comunidades y las autoridades locales que las reciben sepan cuál es el comportamiento que deben tener", añadió.

Inmediatamente después de la catástrofe originada por este maremoto, la comunidad internacional encomendó a la COI la tarea de coordinar la creación de un Sistema de Alerta contra los Tsunamis en el Océano Índico, análogo al que viene funcionando desde 1965 en el Océano Pacífico.

En los tres últimos años, más de medio centenar de estaciones dedicadas a la medición del nivel del mar en el Océano Índico están suministrando los datos científicos correspondientes. Esas estaciones forman parte de una red de instrumentos integrada por sismómetros, mareómetros y sensores de presión en aguas profundas. Las mediciones obtenidas permiten confirmar o invalidar las alertas emitidas contra los tsunamis después del advenimiento de un fenómeno sísmico.

La viabilidad del uso de la BGAN para la transmisión de datos a partir de mareómetros fue objeto de una experimentación previa en el Laboratorio Oceanográfico Proudman, que tiene su sede en Liverpool (Reino Unido).