Las centrales nucleares que han sufrido paradas este año son las de Vandellós II y Ascó II (Tarragona), Trillo (Guadalajara), Garoña (Burgos), Cofrentes (Valencia) y Ascó I (Tarragona), según ha informado la organización en una nota.

Entre estos incidentes destaca la parada de la central de Vandellós II, que se detuvo durante 10 días en diciembre de 2007 por "severos problemas en sus barras de control", así como la de Cofrentes, detenida durante 90 días desde abril para la reparación de una válvula.

Las paradas para recargar han sido especialmente largas este año debido a las necesarias reparaciones y revisiones realizadas que, para la organización "son más frecuentes cuando las centrales ya están amortizadas y se supone que deberían ser más rentables".

En el caso de Vandellós II, los problemas de seguridad fueron descubiertos en 2005, pero se vienen arrastrando, en algunos casos incluso desde 1993, según esta organización.

La organización también ha resaltado que el total de días empleados en paradas para recarga que se aprovecharon para inspecciones y reparaciones ha sido de 406 días en todas las centrales, la cifra más de los últimos 5 años.

Para los ecologistas estos incidentes ponen de manifiesto que la energía nuclear no es una alternativa válida en la lucha contra el cambio climático, ya que se producen interrupciones inesperadas que luego suponen la salida de la red de potencias elevadas (1000MW).

Además, resulta contradictorio que la energía nuclear de menor coste es la que producen las centrales más antiguas que ya están amortizadas, pero dan más problemas técnicos debidos a fallos en sus sistemas.