Un equipo del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Santiago a descubierto una nueva especie de percebe en las islas de Cabo Verde, que tiene una antigüedad de cinco millones de euros. Le denominaron Pollicipes darwini, ya que su hallazgo se produjo el año pasado, en el que se conmemoró el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin.

El grupo investigador, que coordina el profesor Manuel Rey Méndez, trabaja desde hace años en la genética de los percebes y ha seguido el rastro a los que crecen desde el norte de Europa hasta las Islas Canarias.

"Empezados analizando la genética de los percebes hace unos años cuando los pescadores alertaron de capturas de este crustáceo de tamaños inusualmente grandes. Descubrimos que se trataba de la misma especie que el resto, el Pollicipes pollicipes. Lo único que pasaba es que ocurre como en las personas, unas son más altas otras más bajas, unos más gordos y otros más delgados", afirma Manuel Rey.

El equipo de Rey, compuesto por Javier Quinteiro Vázquez, Eugenio Fernández Pulpeiro y Javier Souto Derungs, recogió muestras de percebe desde la Bretaña francesa hasta Cabo Verde. En los encontrados en estas islas, los científicos detectaron una elevada diferenciación genética, en una especie que se suponía igual a la del percebe gallego.

"La genética poblacional nos aporte informes sobre el stock de esta especie y nos permite conocer el estado de las pesquerías, No hay que actuar sobre una especie, sino sobre las poblaciones", indica el profesor Rey.

Según este científico, el percebe tiene una vida larvaria muy prolongada de dos años. "Esto provoca que una larva nacida en las rías gallegas pueda afianzarse en una roca del norte o de Marruecos, dependiendo a donde le lleven las corrientes. Los análisis nos indican que no existen diferencias genéticas en entre los percebes europeos y norteafricanos", señala este biólogo.

Los científicos gallegos justifican la presencia de esta nueva especie en Cabo Verde porque las corrientes allí son zonales y no de largo recorrido como las que pasan delante de las costas gallegas.

Para Manuel Rey "esto provocó que esta especie se concentrase en la zona de Cabo Verde e incluso llegue a algún punto de la costa africana cercana".

La falta de estas corrientes fue lo que mantuvo a esta especie aislada en esas aguas del Atlántico. "Es curioso que Darwin desembarcara en las islas de Cabo Verde y no le llamara la atención esta población de percebe, probablemente por su similitud con otras especies de percebe", afirma otro de los integrantes de la expedición, el profesor Javier Quinteiro.