La organización marina Oceana ha tomado nuevas imágenes de vídeo y fotografías de los fondos submarinos del golfo de Cádiz, que refuerzan la necesidad de crear un área de conservación marina y de apoyo a la pesca artesanal.

Tras dos meses de expedición por Canarias, donde la organización ha podido registrar más de veinte nuevas especies, el catamarán Oceana Ranger ha recalado en Chipinona (Cádiz) para continuar los trabajos, por medio de un robot submarino, un equipo de submarinistas, dragas de muestreo y otro material técnico.

Los estudios realizados demuestran la riqueza biológica de estas aguas, con abundancia de materia en suspensión y la presencia de extensos bosques de corales y gorgonias en las zonas más cercanas a la costa, ha informado Oceana en un comunicado.

"La turbidez del agua permite que especies que suelen encontrarse en aguas más profundas aquí se hallen entre los 10 y 20 metros de profundidad, dando lugar a un ecosistema muy rico y diverso de peces, ascidias, gorgonias, corales y muchas otras especies", según Ana de la Torriente, científica marina de Oceana Europa.

Fuera de las primeras 3-4 millas de la zona costera, priman los fangos compactos, y la vida marina se reduce a diferentes especies de gusanos, muchos restos de moluscos y algunos cangrejos angulares.

En esta zona, la diversidad y riqueza pesquera se encuentra en la columna de agua, con especies pelágicas y migratorias como el jurel, la caballa, la corvina o la lampuga.

Peligro

Las pesquerías artesanales que se desarrollan en la zona apenas han provocado daño sobre el fondo marino, pero esta organización teme que la piratería pesquera y la utilización de artes de pesca destructivas puedan poner en peligro este ecosistema tan productivo y el futuro de la pesca tradicional.