Arqueólogos israelíes han hallado unas huellas humanas de hace 1.700 años en un mosaico en la ciudad de Lod, al desenterrar un mosaico romano para trasladarlo a los laboratorios de conservación.

Las inusuales huellas de un pie y de sandalias típicas de la época son probablemente de los artistas que hicieron el mosaico y aparecieron en la capa de masilla inferior sobre la que se pegaban los fragmentos, informó hoy en un comunicado la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).

"Es excitante. Es la primera vez que me encuentro una prueba humana como ésta bajo un mosaico", afirma en la nota Jacques Neguer, director del Departamento de Conservación de la AAI.

Las huellas responden a las actuales tallas 34, 37, 42 y 44 (europeas), y serán extraídas para limpieza y documentación.

Posteriormente serán recolocadas en su lugar original con el resto del mosaico.

Uno de los más bellos y grandes hallados en Israel -tiene 180 metros cuadrados-, el mosaico fue descubierto en Lod, al sureste de Tel Aviv, en 1996 pero entonces debió ser enterrado de nuevo pues no existían fondos para las labores de conservación y reconstrucción.

Coloridas alfombras, plantas y animales de distintas especies engalanan la composición, que al parecer fue hecha para la villa de rico ciudadano romano.