La sonda LCROSS (Lunar Crater Observation and Sensing Satelite) es un satélite de la NASA encargado de observar y medir los cráteres lunares. El obejtivo de esta sonda no es otro que localizar agua en la superficie lunar. La LCROSS es una nave de bajo riesgo sin sistemas desplegables, su masa seca es de 534 kilogramos. El lanzamiento de esta sonda se realizó el pasado 17 de junio de 2.009.

Una vez realizadas las observaciones pertinentes este satélite chocará con la superficie lunar originando una explosión. La sonda colisionará junto a una fase propulsora del cohete Centauro que la trasladó desde la Tierra hasta la órbita lunar.

El cráter seleccionado para el impacto, Cabeus A, se encuentra muy cerca del polo Sur de la Luna. El sitio exacto del impacto se sitúa en un punto del centro del cráter ligeramente desplazado hacia el norte, en una zona de sombra permanente. Los datos del Lunar Prospector indican que la parte específica del cráter podría contener hasta dos por ciento de agua en el metro superior del suelo.

En el momento del impacto, el punto elegido estará en oscuridad y el penacho de material expulsado aproximadamente alcanzará unos 10 kilómetros de altura. "La selección de Cabeus A fue el resultado de un intenso debate dentro de la comunidad científica lunar que incluyó la revisión de los últimos datos de observatorios terrestres y nuestros compañeros de Kaguya misiones a la Luna, Chandrayaan-1, y el Orbitador de Reconocimiento Lunar", declaró el investigador principal del proyecto, Tony Colaprete.

Agua lunar

La misión LCROSS espera que en la nube se contengan signos de agua lunar. Los datos del Lunar Prospector muestran la presencia de hidrógeno dentro de este cráter, pero el agua es uno de los muchos materiales que podrían ser reservorio para el hidrógeno. "Sabemos que es el hidrógeno. Podría ser el agua. Podría ser el metano o los hidrocarburos, o sustancias orgánicas", dijo Colaprete, quien considera que la misión será un éxito científico, independientemente de lo que encuentre.

Colaprete dijo que el impacto debería llegar a un brillo máximo de magnitud 5, posiblemente incluso de magnitud 4 y que el período de brillo máximo debe "duran unos 30 segundos y lentamente se desvanecerá una vez que la nube de material eyectado descienda de nuevo a la superficie".