"Está claro que las nueces contribuyen a una dieta saludable que puede reducir el cáncer de pecho", según una de las autoras del estudio, Elaine Hardman, profesora asociada de la Marshall University School of Medicine.

Las nueces son mejores que las galletas o las patatas fritas cuando se necesita un tentempié, indicó Hardman, quien recordó que "una dieta sana en general previene todo tipo de enfermedades crónicas".

Aunque el estudio fue realizado con animales de laboratorio en lugar de con humanos, "la gente debería escuchar la recomendación de comer más nueces", indicó.

Hardman y sus colegas estudiaron ratones que fueron alimentados con lo que se consideró que era el equivalente para humanos de dos onzas (56,7 gramos) de nueces diarias, mientras a otro grupo de roedores se les dio una dieta controlada.

Las pruebas señalaron que el consumo de nueces "disminuye de manera significativa la aparición de tumores de pecho, su tamaño y el número de glándulas afectadas", según el estudio.

Hardman explicó que el tipo de ratones de laboratorio usado suele presentar una incidencia del cien por cien de tumores a los cinco meses, pero el consumo de ese fruto seco "retrasó esos tumores al menos durante tres semanas".

Los análisis moleculares mostraron que el incremento del consumo de ácidos grasos omega-3 contribuyen a reducir la aparición de tumores, "pero otras partes de la nuez también ayudan".