Ayer por la noche los médicos cesaron de suministrar oxigeno a Kaylee, de dos meses de edad, después de informar a sus padres de que la pequeña sufre el síndrome Joubert, una malformación cerebral que la impide respirar sin la ayuda de máquinas mientras está dormida.

Según los médicos del Hospital de Niños Enfermos de Toronto, donde se encuentra ingresada, Kaylee moriría tan pronto como se durmiese. Además del síndrome Joubert, la pequeña también sufre graves problemas renales.

Los padres de Kaylee, Jason Wallace y Crystal Vitelli decidieron retirar el respirador porque es una enfermedad incurable y para que los médicos pudiesen trasplantar el corazón de la pequeña a otro bebé que se encuentra en el hospital con una enfermedad cardiaca terminal.

Pero el doctor John Wright, jefe de cirugía del Hospital de Niños Enfermos de Toronto, dijo hoy durante una rueda de prensa que "el bebé (Kaylee) está estable" a pesar de haber pasado la noche sin el respirador y que ya no es considerada una donante.

Wright explicó la supervivencia de Kaylee porque el síndrome que padece tiene distintos niveles de gravedad y la pequeña había sido diagnosticada con la forma más severa.

El hospital tiene previsto mantener a Kaylee en la unidad de cuidados intensivos para observar su evolución.