El último informe publicado por este observatorio señala que este descenso se debe una menor demanda de electricidad, que ha sido un 8,27 por ciento menor que la de marzo de 2008, combinada con una mayor aportación de las energías renovables.

Los datos del observatorio muestran que las centrales de ciclo combinado que queman gas natural han recortado sus emisiones un 26 por ciento y las de carbón un 19,1 por ciento.

La organización ha resaltado que el aporte de las energías renovables ya se encuentra por encima del 30 por ciento del total de la energía utilizada, el objetivo marcado para España según la directiva de la Unión Europea sobre estas energías.

Así, la producción de energía hidráulica ha aumentado en un 131,7 por ciento respecto al mismo mes del año pasado, aunque la generación de energía eólica ha descendido un 25,7 por ciento en comparación con los datos de marzo de 2008.

El experto en Energía y Cambio Climático de WWF Adena Heikki Willstedt ha señalado en una nota de prensa que el sistema eléctrico español genera "un 60 por ciento menos de dióxido de carbono por cada kilovatio producido respecto a la media de la Unión Europea".

Willstedt ha asegurado que "esto no es fruto de la casualidad, sino del esfuerzo hecho para desarrollar las energías renovables a lo largo de los últimos 12 años".

La organización ecologista sostiene que la mejora de las energías renovables tiene que ser "acorde a su potencial y madurez tecnológica, para conseguir que acaben sustituyendo a las energías más contaminantes".

WWF-Adena afirma que sólo la mejora de las energías renovables y el desarrollo en la sociedad española de una cultura del ahorro y la eficiencia energética permitirán una reducción del consumo "que sentará las bases para la transición hacia un futuro bajo en carbono".