En el buque nipón, ninguno de los 15 tripulantes resultaron heridos durante la agresión, que duró unas tres horas, según la Agencia citada por la agencia local de noticias Kyodo.

La nave de los activistas, "Steve Irwin", también golpeó el buque de 860 toneladas japonés, el "Kaiko Maru", sin llegar a causar tampoco daños materiales.

Las actividades de caza de ballenas con fines científicos, según el Gobierno de Japón, no se verán afectadas por esta acción.

Las autoridades investigan el contenido de las botellas, que se cree que se trata de ácido butírico, en el caso del líquido, y de un tipo desconocido de polvos, según Kyodo.

El "Kaiki Maru" forma parte de una expedición de cuatro embarcaciones que están cazando ballenas minke en el Océano Antártico.

El grupo naval, liderado por el ballenero "Nisshin Maru", partió de Japón a mediados de noviembre y planea continuar con sus actividades hasta mediados de abril del año que viene.

Por su parte, el grupo ecologista Sea Shepherd, con sede en Washington desde 1977, ha tratado desde febrero del año pasado de interferir en las actividades balleneras de Japón.

La Comisión Ballenera Internacional (CBI) impuso una moratoria a la comercialización de ballenas en 1986, y un año después Japón comenzó a cazar esos cetáceos con fines científicos.

La CBI permite que se capturen unas mil ballenas al año con esa finalidad y, en dos décadas, los balleneros nipones han cazado más de 10.000 ballenas.