"Después del lanzamiento desde el submarino nuclear 'Dmitri Donskói' el cohete se autodestruyó. Estalló en el aire", dijo un representante la industria de la defensa citado por la agencia Interfax.

A comienzo de mes, el viceprimer ministro ruso Serguéi Ivanov anunció que el próximo año el país comenzará la producción en serie de los Bulava, cohete balísticos con un alcance de 8.000 kilómetros de alcance.

Según los planes del Ministerio de Defensa de Rusia, los nuevos misiles serán emplazado en los submarinos atómicos de última generación.

El anterior ensayo de un Bulava, que fue lanzado en noviembre pasado también por el "Dmitri Donskói" en posición de inmersión en el mar Blanco, fue exitoso.

Los Bulava (SS-NX-30 según la clasificación de la OTAN) serán emplazados en los futuros submarinos nucleares de IV generación: "Yuri Dolgoruki", "Alexandr Nevski" y "Vladímir Monomaj" (proyecto 955 "Borey"), cada uno de los cuales podrá llevar doce cohetes.

Estos misiles, de 30 toneladas, son considerados casi imposible de abatir por los sistemas de defensa aérea existentes debido a su alta velocidad y la capacidad de modificar sobre la marcha su trayectoria para burlar radares y cohetes antimisiles.

Fabricados por el Instituto de Tecnología Térmica de Moscú, los Bulava pueden portar hasta diez ojivas nucleares de guiado autónomo.