En los últimos 450 años, los aerosoles y los gases emitidos por las erupciones volcánicas en esas latitudes han causado un enfriamiento de la temperatura durante varios años después del fenómeno natural.

Aunque ya se había registrado una relación similar entre erupciones y temperatura marina en latitudes muy al norte, se trata de la primera vez que se descubre esa pauta constante en los trópicos.

Un equipo investigador de la Universidad de Columbia (EEUU) liderado por Rosanne D'Arrigo llegó a esta conclusión tras recopilar los récords de temperaturas registrados en los corales y en los anillos de árboles de los océanos Índico y Pacífico.

En ellos estaba registrado el conocido enfriamiento que siguió la erupción de Tambora en Indonesia.

Lo más importante es que atestiguan una clara correlación entre las erupciones volcánicas más explosivas a bajas latitudes y un descenso de la temperatura de los océanos durante los años que siguen a esas erupciones.

Los autores concluyen que el sistema océano-atmósfera tropical ha sido sensible durante los últimos siglos a las fuerzas de irradiación causadas por la actividad volcánica.