Un equipo del University College de Londres trató a un matrimonio, cuya identidad se desconoce, que quería eliminar el gen del cáncer de mama de su herencia genética.

El marido es portador del gen y a tres generaciones de mujeres de su familia -entre ellas su abuela, su madre, su hermana y una prima- se les diagnosticó el cáncer de mama en su juventud.

Sin la intervención de la ciencia, la hija de ese matrimonio habría tenido entre un 50 y un 80 por ciento de probabilidades de enfermar de cáncer.

Por ello, el equipo médico examinó diversos embriones y seleccionó los que estaban libres de ese gen.

El experto en fertilidad Paul Serhal, director médico de la unidad de reproducción asistida del citado hospital universitario, dijo que la técnica aplicada "ha sido desarrollada y mejorada clínicamente durante los últimos años" y puede ofrecerse ahora a otras parejas portadoras de esa anomalía genética.

El examen de los embriones tuvo lugar en abril y a la mujer se le implantaron finalmente dos de los cinco que resultaron estar libres del gen.

Alrededor de mil bebés han nacido hasta ahora beneficiándose de ese método de selección para otras enfermedades como la fibrosis cística o la de Huntington.

Un total de ocho centros ofrecen en el Reino Unido diagnósticos previos a la implantación a familias con un historial de enfermedades hereditarias.

Según la doctora Siobhan Sengupta, del University College, que ayudó a diseñar el test, las niñas que nacen tras una intervención de ese tipo pueden desarrollar pese a todo el cáncer como consecuencia de factores no genéticos.