Telstra señaló en un comunicado que su oferta ha sido descartada por Camberra porque no tiene un plan para incluir pequeñas y medianas empresas en la construcción de la red, algo que su presidente, Donald McGauchie, calificó de una razón "trivial".

La decisión deja como aspirantes a la local Acacia, la canadiense Axia, la singapuresa Optus y una propuesta del Gobierno del estado de Tasmania.

Dentro de unos dos meses, un tribunal presidido por la secretaria de Comunicaciones, Patricia Scott, elegirá la compañía adjudicataria.

El acceso a Internet en Australia es uno de los más lentos del mundo desarrollado, por lo que el primer ministro, Kevin Rudd, prometió durante su campaña electoral en 2007 una nueva red de banda ancha 40 veces más rápida que la actual.