Este prototipo consiste en un carro equipado con un lector de radiofrecuencia, por la tecnología RFID (Radiofrecuencia de Identificación), y una pantalla de plasma táctil, de forma que el consumidor puede interactuar con el sistema recibiendo y emitiendo información en todo el proceso de compra.

En un supermercado, por ejemplo, cada producto llevará un chip, que sustituirá al código de barras, y al meterlo en el carro, éste contará con una pantalla en la que se añadirá el producto a la lista de compra, con todo tipo de detalles, como alertas de promociones, o una relación de posibles productos complementarios.

El responsable del mercado español de WIPRO, Carlos Ponce, ha explicado que el cliente desea obtener más información, y que este carro inteligente permitirá una mayor "fidelización y personalización del cliente con el producto".

El prototipo incluye otras funciones de comodidad para el comprador, como un sistema de GPS que guía al cliente por el supermercado, o incluso la posibilidad de "chatear" con otros clientes.

El director general de la AECOC, José María Bonmatí, ha apuntado otros posibles beneficios, como las facilidades que pueden encontrar las personas invidentes, o la seguridad de identificar cada producto individualmente y no genéricamente -cada chip será como un DNI- y reconocer su circuito de procedencia desde la fabricación.