El Parque Nacional de Takamanda, situado en la frontera con Nigeria, es el hábitat de unos 115 gorilas de esta especie de la que se estima que hay menos de 300 ejemplares. Esta noticia se produce antes de la primera reunión en Roma de diez gobiernos cuyos territorios incluyen hábitats de gorilas y que han formado una alianza para proteger estos primates.

La Sociedad de Conservación de la Naturaleza (WCS, por sus siglas en inglés) ayudó a establecer el parque Takamanda esperando que disminuya la caza y la destrucción forestal que han mermado los números de esta subespecie de gorila.

"Se debe elogiar al Gobierno de Camerún por tomar este paso para salvar el gorila del río Cross para generaciones futuras", declaró el presidente y gerente ejecutivo de WCS, Steven Sanderson. "Al crear este parque nacional, Camerún envía un poderoso mensaje sobre la importancia de conservación", añadió Sanderson.

Gracias a este nuevo espacio, los gorilas podrán desplazarse libremente entre la reserva de Takamanda y el Parque Nacional del Río Cross, en Nigeria, al otro lado de la frontera, y ayudará a reparar la fragmentación del hábitat que podrá aislar pequeñas poblaciones salvajes.

Hace dos años, cuando la mayoría de las poblaciones de gorilas estaba disminuyendo, los grupos de conservación ambiental y los gobiernos interesados comenzaron un proceso diseñado para reunir a todos los países donde estos animales viven bajo un convenio de conservación. Este proceso dio como resultado el Acuerdo de los Gorilas, formulado bajo la Convención de Especies Migratorias de la ONU.

"La firma de este acuerdo supone un gran logro para la conservación", declaró el coordinador del Programa de Grandes Simios del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), David Greer.

"Llegó la hora de pasar a la acción. Unidos, estudiaremos qué pasos específicos debería tomar cada gobierno para garantizar que los gorilas tengan un futuro seguro en estado salvaje, a través de la acción directa y de manera que las comunidades locales también se beneficien", aseguró, ya que se estima que unas 15.000 personas viven de la flora y fauna del bosque Takamanda y, sin involucrarlos en las iniciativas de conservación, no sería factible la protección del gorila del río Cross.