La Agencia Espacial Estadounidense (NASA) quiere determinar cuál es la mejor fuente de energía para las expediciones al planeta rojo, la solar o la nuclear, y para ello ha encargado un estudio al Instituto de Tecnología de Massachusetts (EEUU).

Este debate energético se ha acentuado después de que la NASA diera por concluida la misión de la sonda "Phoenix" en Marte ante la imposibilidad de establecer comunicación con ella.

Esa misión, que funcionaba mediante energía proporcionada por paneles solares, se abortó cuando éstos dejaron de recargarse debido a las tormentas de arena.

Otras sondas, como la Cassini, la Galileo y la New Horizons, portaron generadores de energía nuclear, una opción que, según los investigadores, es la "clara ganadora" en el debate porque permite un abastecimiento constante de energía.

Sin embargo, los detractores de esta opción alegan que cualquier accidente podría causar una lluvia de desechos radiactivos en la Tierra o en Marte.

Hasta ahora, los científicos pensaban que los rayos del sol serían demasiado débiles en Marte como para ser transformados en una importante cantidad de energía.

Se calcula que serían necesarios unos 100 kilovatios para que los exploradores de Marte pusieran en funcionamiento un entorno operativo y pudieran regresar a la Tierra.

El equipo de investigadores explica que, si la nave se ubica en la localización adecuada -una latitud entre 0 y 40 grados al norte del ecuador marciano-, el sol puede suministrar toda la energía que la estación necesitaría, incluso cuando se produzcan tormentas de arena.

Tras evaluar 13 sistemas de generación de energía, los científicos concluyeron que sería viable una misión que portara varios rollos de paneles solares que cubrieran una superficie de 10.000 metros cuadrados.

Esta misión podría obtener los 100 kilovatios necesarios si se situara 25 grados al norte del ecuador marciano.

Una vez sobre la superficie marciana, dos miembros de la tripulación tendrían que dedicar 17 horas a la extensión y puesta en marcha de los paneles, aunque los investigadores destacan la posibilidad de utilizar robots para tal fin.