En su discurso oficial en el Palacio de Congresos de la Expo y tras trasmitir los "saludos cordiales" del emir de Kuwait a las autoridades españolas, Sheikh Sabah Al-Khaled ha apuntado que la falta de agua dulce, agravada por la ausencia de ríos y la escasez de lluvia, obligaron a su país a desarrollar tecnologías de desalación.

Hasta la construcción en 1951 de la primera desaladora en el Golfo Pérsico, que inauguró una "nueva era" -ha explicado-, Kuwait se abastecía de agua transportándola en barcos desde la zona de Shat Al-Arab o perforando pozos profundos en la arena del desierto.

Esa planta fue el embrión de otras más avanzadas para desalar y destilar agua, según ha indicado Sheikh Sabah Al-Khaled, quien ha afirmado que su país pudo iniciar este desarrollo gracias al descubrimiento del petróleo y a que su Gobierno ha invertido una parte importante de sus ingresos en este "sector vital".

En este sentido, ha precisado que la capacidad de producción de estas instalaciones excede los 315 millones de galones al día, que suministran agua potable para satisfacer las necesidades de los cerca de tres millones de habitantes del país.

Además, ha señalado que el esfuerzo de su Gobierno se extiende a otras áreas, como la reutilización del agua residual a través de un gran proyecto que purifica y depura al día 52 millones de metros cúbicos, de modo que sirva para el uso agrícola y animal.

Para Sheikh Sabah Al-Khaled, abastecerse de agua, racionalizar su consumo, investigar los medios de almacenar reservas y buscar la energía adecuada para abaratar los costes de producción ya no es un asunto que concierne a un Estado concreto, sino una instancia mundial conjunta que atañe al destino de la humanidad.

El ministro kuwaití, que ha resaltado la amistad de su país con España y los vínculos históricos compartidos desde la época de Al-Andalus, ha añadido que su Gobierno no escatima esfuerzos en lanzar campañas de concienciación para un uso razonable del agua y reducir el consumo innecesario.

Sheikh Sabah Al-Khaled ha valorado la iniciativa de la "Alianza de Civilizaciones" promovida por José Luis Rodríguez Zapatero y ha deseado reforzar, fortalecer e impulsar en el futuro las relaciones con España para intercambiar experiencias relativas a la cultura del agua, así como para estrechar la cooperación global con el propósito de mejorar el futuro del mundo.

La "excelente" relación de las autoridades españolas y kuwaitíes, y la voluntad del país árabe de contribuir a la concordia y el entendimiento de las naciones, ha sido destacada por el comisario de la Expo, Emilio Fernández-Castaño, quien ha comentado que Kuwait exhibe en la muestra la "cara amable" de un país que combina con éxito tradición y modernidad.

Fernández-Castaño ha recordado que el agua ha sido siempre para Kuwait un "bien precioso" y que su cultura y supervivencia se han basado en obtenerla, ya que la naturaleza no suministra este recurso en esa región del mundo.

El comisario de la Expo, que ha apreciado el modelo sostenible que ha desarrollado el país en su agricultura y, especialmente, en su horticultura, ha puesto de relieve que el paisaje urbano kuwaití escenifica un "verdadero oasis" sostenido con tecnologías de depuración.