Fukuda, que se reunió con Lula en el marco de la cumbre del G8 que finalizó ayer en Toyako (norte de Japón), se comprometió a que Japón aumentará su producción y proveerá la tecnología necesaria para el desarrollo de la segunda generación de biocumbustibles, fabricada a partir de productos no alimentarios.

Según el rotativo nipón, Fukuda apoyó a Lula cuando aseguró que su producción de biocombustible, la segunda más grande del mundo, no estaba causando escasez de alimentos en Brasil.

"Actualmente Japón está investigando en celulosa (para la fabricación de biocombustibles). Esperamos progresar con la cooperación de Brasil", dijo Fukuda citado por el "Asahi Shimbun".

Durante la reunión Lula pidió al mandatario nipón un fortalecimiento de las relaciones económicas bilaterales entre Japón y Brasil, especialmente en el campo de la energía, los semiconductores de acero y los alimentos, según la agencia local de noticias Kyodo.

Los líderes de EEUU, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Japón y Rusia dijeron el martes en un comunicado que eran conscientes de que las políticas la para la producción sostenible de biocombustibles deben ser compatibles con estrategias de seguridad alimentaria.

El Grupo de los Ocho acordó "trabajar para el desarrollo de puntos de referencia e indicadores con base científica para la producción y el uso de los biocombustibles".

Para 2010, Japón pretende producir y utilizar una cantidad anual de biocombustibles que corresponda al uso de 500.000 kilolitros de crudo.

En 2007, el nivel estimado de producción en el país fue de 10.000 kilolitros, según el diario.

Durante la jornada de ayer, la última de la cumbre del G8, los líderes de los países más industrializados del mundo se reunieron con otros los líderes de las principales economías emergentes (Brasil, México, la India, China y Sudáfrica) además de con Australia, Indonesia, Corea del Sur y Sudáfrica.