Esa propuesta "no es realista y crearía confusión en el consumidor final y en el mercado en general, poco habituado todavía a este tipo de lámparas", advirtió hoy la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (ANFALUM), que representa al 90 por ciento del sector del alumbrado, en una nota de prensa.

En sintonía con la normativa europea, ANFALUM se plantea "un escenario de cambio en cinco etapas, a lo largo de nueve años, en función de las potencias de las lámparas (vatios), hasta su completa implementación".

"La sustitución de las tradicionales bombillas de filamento por las de bajo consumo es muy necesaria porque contribuye al ahorro de los hogares y aumenta la eficiencia energética", pero, según ANFALUM, "este importante paso no puede improvisarse ni acelerarse en exceso, como de modo equívoco se trasluce de la reciente moción aprobada por la Comisión de Medio Ambiente del Congreso".

Al contrario, el proceso de sustitución requiere de "una planificación sólida y de una ejecución en diferentes fases, de acuerdo a la normativa europea".

En la nota se añade que ANFALUM ha transmitido al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio su opinión "plenamente favorable" al cambio, pero ha propuesto que se efectúe "de forma paulatina".

De ese modo, explica, se garantizaría la capacidad de suministro suficiente y un recambio con productos de contrastada calidad que logren una eficiencia energética real.

Para ANFALUM, "si se produjera una invasión de productos que no se ajustan a los mínimos de calidad exigible, podría producirse una reacción de rechazo en el usuario, lo cual dañaría el proceso de renovación".