La tecnología digital se está implantando poco a poco en las salas de operaciones de los hospitales españoles, aunque "aún queda mucho camino por recorrer", según ha declarado a Efe el doctor Javier Herrero, cirujano plástico de la clínica Teknon y presidente del congreso internacional de cirugía asistida por ordenador CARS, que se ha celebrado esta semana en Barcelona.

Actualmente, según Herrero, apenas son una decena los centros que disponen de quirófanos digitales y, por tanto, del equipamiento informático necesario para simular las intervenciones, navegar a través del organismo, delimitar las áreas a operar o comprobar cómo reaccionará el cuerpo a una determinada actuación.

"En este sentido, continuamos siendo un país en vías de desarrollo", subraya Herrero.

Esta tecnología, que ya hace algunos años que está generalizada en países como Estados Unidos o Alemania, está siendo utilizada, principalmente, por radiólogos, oncólogos, neurocirujanos, traumatólogos y cardiólogos.

Como señala Herrero, esta nueva técnica "es como un GPS para el cirujano", una tecnología que aporta beneficios tanto para el médico, que actúa con mayor precisión, eficacia y seguridad, como para el paciente, que entra a la sala de operaciones más tranquilo, sabiendo que su cirugía ha sido pautada y preparada previamente.

"Los modelos virtuales permiten a los neurocirujanos, por ejemplo, localizar un tumor, calcular las áreas de riesgo, buscar el mejor camino de acceso y llegar a la lesión sin riesgo", explica Herrero, que está convencido de que esta tecnología, que está revolucionando todo el proceso quirúrgico, se acabará imponiendo en pocos años en el conjunto de hospitales españoles.

En su opinión, el hecho de que no sea ya una herramienta habitual en la actividad médica no se debe tanto a un tema de costes, dado que la tecnología "no es cara", sino a que se trata de un concepto nuevo y una nueva forma de proceder que, como suele suceder con toda innovación tecnológica, genera ciertas reticencias entre quienes la han de utilizar.

"Es un cambio filosófico, más que de costes. No quiere decir que se tengan que cambiar los quirófanos, sino que es un nuevo instrumento. Los cirujanos aún no son conscientes del poder que tiene esto", insiste Herrero.

Este cirujano no entiende cómo los ordenadores, que ya están presentes en oficinas, empresas, centros de salud o escuelas, aún no han llegado a los quirófanos, un lugar que se supone que debería estar dotado de la más alta tecnología, aunque realmente no sea así.

"Los quirófanos digitales no son el futuro, sino el presente", subraya Herrero.

Precisamente, para debatir sobre el papel de la tecnología digital en la medicina, se han reunido esta semana en Barcelona más de un millar de ingenieros, médicos y gestores sanitarios de 45 países diferentes.

El congreso CARS, que ha clausurado hoy sus puertas, ha permitido dar a conocer los últimos avances tecnológicos y el trabajo que se está llevando en cabo hospitales de todo el mundo para mejorar la seguridad del paciente.

La telemedicina, la telecirugía, la creación digital de modelos sobre los que valorar un terapia o la aplicación de las técnicas de imagen y realidad virtual a la terapéutica son algunos de los aspectos alrededor de los cuales ha girado CARS.