La evolución de estos problemas determinará en las próximas horas si la cría es devuelta a su medio natural, posibilidad que está abierta al haber sido localizada ya una osa que hace unos meses tenía tres crías y que ayer fue avistada solo con dos.

La cría se encuentra desde ayer en observación en una clínica veterinaria de Oviedo y al cuidado de veterinarios de la Consejería de Medio Ambiente del Principado y del Instituto de Recursos Cinegéticos.

"Se encuentra en estado estable, come bien y está ganando peso, aunque, por el lado negativo, tiene la pupila del ojo derecho dilatada, con dificultades importantes de visión, y el sentido del equilibrio alterado, lo que le provoca torpeza en la movilidad", ha señalado hoy la consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández.

En principio, no se ha tomado una decisión sobre el futuro de esta cría de oso pardo cantábrico y será el tiempo el que determine qué se hace con ella finalmente.

Si el estado de salud del animal mejora y los técnicos lo aconsejan habría que aspirar a intentar reintroducir al animal junto a la madre y hermanas, que están localizadas, según la Consejera, que ha reconocido que las posibilidades de devolverla a su entorno son menores a medida que pasa el tiempo.

"La receta no es otra que esperar, dar tiempo al tiempo, que evolucione favorablemente y que se pueda cerrar el capítulo con un final feliz", ha añadido.

El grupo familiar fue localizado ayer en las inmediaciones de la localidad de Villarín por una pareja de guardas de la Fundación Oso Pardo que junto a miembros de la Guardería rural habían montado un dispositivo de rastreo y vigilancia en las inmediaciones de donde fue hallada la osezna para tratar de encontrar a la madre.

El dispositivo de vigilancia se va a mantener con el fin de tener localizada a la madre para el caso de que se decida finalmente devolver a la cría a su entorno.

La osezna fue recogida el pasado jueves por una pareja de turistas madrileños que encontraron a la cría sola, con aspecto de estar herida o enferma, en una carretera próxima a Villarín, en el Parque Natural de Somiedo.

Ante el temor que el animal fuera atropellado, introdujeron a la cría en su vehículo y la trasladaron al cuartel de la Guardia Civil de Pola de Somiedo, cuyos agentes intentaron en dos ocasiones devolver a la osezna a su entorno.

No obstante, dado que la madre no apareció y que el estado de salud de la cría empeoraba con las horas, ayer se decidió trasladarla hasta una clínica veterinaria de Oviedo.