El proyecto, desarrollado por la Unidad de Energía de la corporación tecnológica vasca, se denomina H2CAR y está propulsado por un motor eléctrico "silencioso y de alto rendimiento". La electricidad es generada por una "pila de combustible" que utiliza hidrógeno almacenado a una presión de 200 bares.

Además, cuenta con un sistema de baterías de alto rendimiento, que se carga en pocos minutos en una toma estándar de 220 voltios y que, según los promotores del coche, permite suministrar los "picos" de energía necesarios durante las aceleraciones y mejorar la autonomía del vehículo.

Se trata, explicó Luis Pedrosa, director de la Unidad de Energía de Tecnalia de un vehículo 100% eléctrico, cuya novedad radica en que ofrece un concepto mixto (batería-hidrógeno) "en lo que se refiere al repostaje de energía".

Cargar las baterías de este coche cuesta entre 6 y 8 veces menos que lo que costaría llenar el depósito de un coche equivalente con la misma autonomía.

Su única emisión es agua, aunque, teniendo en cuenta la energía que se consume en el proceso de la obtención del hidrógeno o en las centrales que generan la electricidad para cargarlo, sus promotores consideran que las emisiones globales se reducirían en torno a un 80%.

Javier García Tejedor, director adjunto de la Unidad de Energía de Tecnalia, señaló que todavía deben evolucionar mucho los sistema de producción, almacenamiento y distribución de hidrógeno, así como la vida útil, potencia, velocidad de carga y tamaño de las baterías, pero se mostró convencido de que, por uno u otro sistema, el futuro es el coche eléctrico.

"Llegaremos al vehículo totalmente eléctrico con un extensor de rango, un sistema auxiliar que nos permita realizar viajes más largos que la capacidad de almacenamiento de nuestras baterías", pronosticó.