Ahora, gracias a 'WebAnywhere', una nueva herramienta que no necesita ser descargada en el ordenador, los ciegos podrán acceder a cualquier página web y en cualquier ordenador. Lo único necesario son unos altavoces o auriculares por donde los ciegos escuchen todo el contenido escrito en la página web visitada.

Los creadores de este proyecto son un equipo de expertos en ciencias computacionales e ingeniería de la Universidad de Washington, liderados por el profesor Richard Ladner. "Esta herramienta es para aquellas situaciones en las que un ciego no pueda usar su propio ordenador y quiera acceder a Internet. En un museo, en una biblioteca, en la casa de un amigo o en el aeropuerto", dijo Ladner en declaraciones recogidas por Otr/press de un comunicado de la institución.

Otra de las ventajas de esta nueva herramienta es que será gratuita, lo que la haría más universal y accesible a todos. Además, gracias a que no tiene que ser instalada, los ordenadores públicos, altamente protegidos contra las descargas que hagan sus usuarios, también podrían ser usados por los ciegos. Esta útil herramienta será presentada la próxima semana en Dallas (Texas, EE.UU.) en la convención anual de la Federación Nacional de Ciegos.

La clave para que 'WebAnywhere' no requiera de instalación en el ordenador es que una vez abierta la página web, ésta comenzará a procesar todo el texto en un servidor externo, enviando en pocos segundos el archivo de audio para que el usuario pueda escucharlo. Así, el ordenador queda libre y el usuario invidente no tendrá problemas de accesibilidad en la Red.

MIRAR EL EMAIL A BUSCAR UNA CALLE

Durante el mes pasado 'WebAnywhere' fue abierto a todo el público en una versión de prueba para comprobar su eficacia. Los desarrolladores del proyecto tenían como objetivo probar que un ciego fuese capaz de realizar las mismas tareas en Internet que cualquier otra persona. El resultado fue positivo, puesto que los que utilizaron la herramienta pudieron acceder a su cuenta de correo electrónico, buscar con éxito un horario de autobuses locales o el número telefónico de un restaurante, desde distintos ordenadores y conexiones de Internet.

El único inconveniente de momento es que el único idioma que utiliza el programa es el inglés. Aunque gracias a que está abierto a opiniones y sugerencias, otros ingenieros se pueden sumar al proyecto. Así, un desarrollador chino ha contactado con la Universidad de Washington para colaborar con una versión en chino.