La secretaria de Estado de Ecología, Nathalie Kociusko-Morizet, "instaló" en Toulouse (sur) el "Grupo Pirenaico del Oso" que, según un comunicado de su departamento, constituye "una primera respuesta a las demandas unánimemente manifestadas (...) de un diálogo y de una decisión más próxima del terreno y no impuesta desde París".

Kociusko-Morizet subrayó que "la composición del grupo permite la representación de todos los actores -servicios del Estado, cargos electos, profesionales de la agricultura, del bosque y del turismo, cazadores, asociaciones de protección de la naturaleza y del medio ambiente- de todos los departamentos concernidos".

Pese a todo, varias decenas de opositores a la suelta de osos de origen esloveno en los Pirineos se manifestaron ante las verjas de la prefectura (delegación del Gobierno) en Toulouse donde se celebraba este primer encuentro, que se dedicó a la presentación de cuatro informes.

La secretaria de Estado, que lamentó que algunos hubieran optado por no participar, les dejó la puerta abierta para incorporarse y aseguró que "no se tomará ninguna decisión antes del próximo otoño" y avanzó que la próxima reunión tendrá lugar en septiembre y que en ningún caso se soltará ningún nuevo animal este año.

Reconoció que había habido fallos en el dispositivo de osos eslovenos en los Pirineos, pero se mostró convencido de que la nueva instancia "va a permitir abrir por fin el diálogo" y que "el tiempo de la concertación debería llegar después de el de la crispación".

De acuerdo con los informes presentados en Toulouse, en toda la cadena pirenaica (incluida la vertiente española) hay entre 15 y 20 osos pardos.

En 2006, las autoridades francesas habían soltado cinco ejemplares, de los cuales dos (ambas hembras) han muerto accidentalmente y ese proceso ha generado una fuerte confrontación entre los favorables a lo plantígrados en los Pirineos y los que se oponen, con manifestaciones y protestas cargadas de tensión.

Kociusko-Morizet indicó que en uno de los documentos presentados se preconiza la creación de tres zonas para los osos, unas de "presencia preferenciales" en las que hay que intentar que permanezcan lo máximo posible alimentándolos si hace falta, otras "zonas de tolerancia, de paso" en los alrededores, y otras donde hay que evitar que se aventuren los animales, cerca de las zonas habitadas.

Entre los manifestantes que se encontraban en el exterior, el presidente del consejo general (diputación provincial) del departamento de Ariège, el socialista Augustin Bonrepaux, avanzó que "nos opondremos a todas las introducciones que se puedan decidir".