El anuncio de Veghte casi coincide con la paralización de la producción y distribución de la versión preferida por los usuarios frente a Vista, Windows XP, que se retirará oficialmente este 30 de junio. En la nota, el vicepresidente de Microsoft señaló que el anuncio está relacionado con la petición de los mismos accionistas y clientes distinguidos de la compañía, que "quieren un calendario de Windows más regular y predecible" en cuanto a compatibilidades de software del que ha sufrido Vista.

De hecho, la carta también quiere calmar los ánimos frente al temor de incompatibilidades entre Vista y Windows 7, como ya ocurriera con la versión anterior. Por eso, Veghte escribe que "el enfoque con Windows 7 es el de construir la misma arquitectura que la del Windows Vista, para que la inversión que se haya hecho con el anterior sistema operativo continúe en Windows 7", según recogió Otr/press de Infoword.