"El 10 de julio habrá una quinta salida al espacio, que será para inspeccionar la 'Soyuz'", señaló un portavoz del sector aeroespacial ruso, citado por la agencia Interfax.

Subrayó que los trabajos en el espacio abierto se llevarán a cabo después de los descensos balísticos o en caída libre de las dos anteriores naves pilotadas rusas.

Los especialistas en la Tierra están preocupados por el estado de los cables conectados a los pernos explosivos y de los propios pernos, mediante los cuales la cápsula de descenso se separa de la 'Soyuz'.

Indicó además que los cosmonautas rusos de la EEI, Serguéi Volkov y Oleg Kononenko, han estado preparando en estos últimos días las escafandras y se han comunicado con el Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia para precisar los detalles de su salida al exterior de la plataforma orbital.

La agencia espacial rusa, Roscosmos, reveló recientemente que la causa del descenso descontrolado de la 'Soyuz TMA-11' con tres tripulantes a bordo en abril pasado fue la separación a destiempo de uno de los módulos de la nave.

"Uno de los cinco pernos explosivos no funcionó y la separación de los módulos se produjo en el momento de ingreso en el plasma (la capa exterior de la atmósfera terrestre), cuando debería haber ocurrido antes", precisó.

El carguero acoplado actualmente a la plataforma orbital es idéntico a la 'Soyuz TMA-11', por lo que los expertos temen que se repita un descenso balístico que, por otra parte, es una de las posibles formas de aterrizaje.

"Conlleva una sobrecarga poco agradable para la tripulación. Sin embargo, entra dentro de las formas previstas de descenso", subrayó recientemente el jefe del departamento del programa de vuelos de Roscosmos, Alexéi Krasnov.

La 'Soyuz TMA-11', en la que regresaron de la Estación Espacial Internacional el cosmonauta ruso Yuri Malenchenko, su colega de la NASA Peggy Whitson y la primera astronauta surcoreana, Yi So-yeon, aterrizó el pasado 19 de abril a 420 kilómetros del lugar previsto.

Como consecuencia, los tripulantes tuvieron que soportar una sobrecarga de entre 8 y 9 g (aceleración de la gravedad), frente a los 3 a 4 habituales en un descenso normal, y la surcoreana tuvo que ser hospitalizada días más tarde por dolores en la espalda.

Una fuente de la industria espacial rusa declaró tras el incidente que los tripulantes de la 'Soyuz' "se salvaron de milagro".