El equipo de Doblaré, que mañana ingresará en la Real Academia de Ingeniería (RAI) de España, afronta así uno de los mayores retos de la carrera espacial.

Se trata de que los astronautas presenten las mejores condiciones físicas al tiempo que dedican el máximo tiempo a los experimentos.

Requerido por la Agencia Espacial Europea, el grupo de investigadores españoles trabaja en colaboración con un hospital de Berlín, donde se llevan a cabo pruebas con voluntarios.

En conversación con Efe, el bioingeniero explicó que "ahora mismo está muy controlada la pérdida de masa ósea en viajes largos al espacio haciendo un entrenamiento adecuado".

"El problema -prosiguió el investigador- es que cada minuto que se dedica a hacer ejercicio no se hacen otros trabajos, como experimentos en la nave y, por tanto, ese tiempo que se pierde vale muchísimo dinero".

Los pacientes sometidos a las pruebas del proyecto liderado por Doblaré, cuya primera fase ha concluido, han permanecido en cama, en condiciones de micro gravedad, durante seis semanas.

Se dividieron en tres grupos, aquellos que no han realizado ningún tipo de ejercicio, otros que han entrenado en una plataforma vibratoria durante cinco minutos tres días por semana, y un tercer grupo que añadió a ese ejercicio otro de fuerza con resistencia.

Los ensayos tratan, dijo Doblaré, de ver cuál sería el mínimo tiempo de entrenamiento para controlar de la mejor forma la pérdida de masa ósea al mínimo.

Para ello, explicó, "trabajamos en el desarrollo de modelos matemáticos que permitan predecir la evolución del tejido óseo en distintas condiciones o con entrenamientos determinados".

Sin embargo, puntualizó que el problema es "que cada persona es muy diferente y sólo se puede ensayar una tipología de entrenamiento concreto".

Por ello, vaticinó que "si fuera posible establecer modelos matemáticos que pudieran predecir los resultados de una determinada forma de entrenarse sobre la perdida de masa ósea, eso ayudaría muchísimo".

Permitiría ensayar virtualmente distintos tipos de entrenamientos sobre una persona específica, con hueso específico, precisó.

El bioingeniero señaló que los beneficios de estas investigaciones se podrían extender a personas con osteoporosis, a las que se les podrían recomendar pautas de rehabilitación para controlar la pérdida de estructura ósea.

Y es que el grupo encabezado por Doblaré trabaja en estrecha colaboración con traumatólogos, cardiólogos y otros especialistas médicos.

Además, colaboran con cardiólogos en la mejora de prótesis intravasculares, como las llamadas "stent", implantadas a enfermos que sufren arterioesclerosis.

Por todo ello, el bioingeniero defendió el papel de las matemáticas y la biofísica "para el avance de la medicina y de cualquier ciencia que pretenda estar basada en experimentos observables".

Manuel Doblarés ha sido director-fundador del Instituto Universitario de Ingeniería de Aragón y dirige el Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina.