El teléfono móvil ha abierto el mercado a otros actores (como empresas de telecomunicaciones o compañías dedicadas de forma exclusiva a los contenidos para el móvil) y representa la principal fuente de nuevos ingresos para la industria en el futuro, según prevé la cPricewaterhouseCoopers. Históricamente las ventas de tonos de móvil han colaborado a impulsar los ingresos pero las posibilidades de reproducir archivos mp3 de los terminales ha sido definitivo. "La mejora de la conexión a Internet en el móvil será otro factor determinante a la hora de impulsar las ventas en el futuro", adelanta el estudio.

El paso al sistema digital no ha estimulado un incremento en las compras físicas, tal y como había sucedido en cambios de ciclos anteriores. Por ejemplo, en los años 80 la sustitución de los LPs por los cassetes provocaron un ascenso en las ventas de estos últimos; lo mismo ocurrió en la década de los 90 con la llegada del CD. Ahora, la facilidad de los usuarios para descargarse en su ordenador o mp3 las canciones de los CD frena la tendencia alcista en las ventas que siempre se repetía al cambiar un ciclo de formato de reproducción.

El estudio señala que las nuevas plataformas de distribución de música, como el móvil o los dispositivos portátiles; la posibilidad de descargarse únicamente algunas de las canciones de un disco; o la redefinición de la relación entre la gira y la música grabada han cambiado por completo la industria y, al mismo tiempo, han abierto nuevos retos para sus empresas.

Jesús Toribio, socio del Grupo de Entretenimiento y Ocio de PricewaterhouseCoopers, afirma que, "tras años de desaceleración e incertidumbres respecto a modelos de negocio, la industria discográfica ha encontrado y evolucionado un nuevo canal de distribución alternativo: la distribución móvil. Las futuras evoluciones tecnológicas y la menor vulnerabilidad de este canal a la piratería son factores indudablemente prometedores para el sector".