Pocas horas antes de concluir la sesión en la Bolsa de Wall Street, Yahoo dio a conocer que daba por concluidas las conversaciones relativas a una posible adquisición total o parcial de la empresa por parte de Microsoft.

El portal explicó que había tomado la decisión después de numerosas reuniones y conversaciones con Microsoft sobre posibles alternativas para una transacción, que no dieron resultado.

Entre ellas, un encuentro celebrado el pasado 8 de junio en el que representantes del fabricante informático "manifestaron de forma inequívoca" que Microsoft no estaba interesada en buscar una adquisición total de Yahoo, incluso en el rango de precio que había sugerido previamente, según explicó hoy Yahoo.

Microsoft, por su parte, emitió un comunicado en el que explicó que, después de retirar su oferta para adquirir Yahoo, las dos compañías habían seguido hablando acerca de una transacción alternativa que, en su opinión, "habría aportado más de 33 dólares por título a los accionistas de Yahoo".

Esa operación se centraría en el sistema de búsqueda de Yahoo, lo que no convenció al consejo de administración del portal por considerar que le dejaría "sin su negocio de búsqueda independiente", algo que la empresa considera "clave para su futuro estratégico" y no beneficiaría a sus accionistas.

Nada más conocerse la decisión de Yahoo, Microsoft reiteró que no estaba interesada en volver a pujar por el portal de Internet, aunque estaba dispuesta a mantener abierta la posibilidad de negociar una transacción alternativa.

Con ese panorama de fondo, las acciones de Yahoo terminaron la sesión regular en el mercado Nasdaq con una caída del 10,06 por ciento o de 2,63 dólares y cerraron a 23,52 dólares por título.

La negativa de Yahoo favoreció, sin embargo, que las acciones de Microsoft se revalorizaran un 4,13 por ciento, para finalizar a 28,24 dólares.

También subieron de valor los títulos de Google, en este caso un 1,42 por ciento y cerraron a 552,95 dólares, con la perspectiva, además de que parecía inminente la formalización de un nuevo compromiso entre Yahoo y esta empresa.

Las expectativas se vieron confirmadas poco después, al anunciar Yahoo un acuerdo con el motor de búsqueda para el despliegue de anuncios durante búsquedas en la red cibernética, que podría aportarle unos 800 millones de dólares en ingresos anuales.

En virtud de ese acuerdo, Yahoo podrá divulgar anuncios suministrados por Google en búsquedas a través de su sitio principal y en otras de sus propiedades en Estados Unidos y Canadá.

Yahoo precisó que el acuerdo con Google no es exclusivo, lo que le deja la posibilidad de divulgar también anuncios aportados por otras compañías y por su propio servicio de publicidad Panamá.

"Consideramos que la convergencia de búsqueda y despliegue es el próximo mayor acontecimiento en la evolución de la industria publicitaria en la red", señaló Jerry Yang, cofundador y consejero delegado de Yahoo.

Las compañías contemplan el acuerdo para un periodo de hasta diez años, divididos en una etapa inicial de cuatro años y otros dos periodos renovables de tres años si Yahoo lo considera oportuno.

Además, acordaron de forma voluntaria retrasar hasta tres meses y medio su aplicación, para dar tiempo al Departamento de Justicia de Estados Unidos a revisarlo.

Las negociaciones entre Yahoo y Microsoft siguieron un camino difícil desde que el fabricante informático anunciara en febrero, y por sorpresa su intención de adquirir el portal de Internet por unos 44.600 millones de dólares (unos 30.000 millones de euros), lo que disparó de inmediato las alarmas en Google.

Aunque Microsoft elevó con posterioridad su oferta inicial de 31 a 33 dólares por acción, quedaba lejos de los 37 dólares que reclamaba Yahoo, por lo que retiró su propuesta.

No obstante, en mayo, Microsoft y Yahoo reanudaron negociaciones sobre algún tipo de alianza que no implicara la compra total del portal por parte del gigante informático, lo que tampoco dio fruto.

Por contraste, Yahoo anunció en abril que probaría por unas semanas el servicio de publicidad AdSense de Google, que le permitiría incorporar los anuncios de este último en las búsquedas a través del portal desde Estados Unidos.