La desfragmentación reorganiza de forma física los contenidos del disco, almacenando las piezas de cada archivo para mantener el sistema optimizado.

La desfragmentación no sólo es necesaria por sí misma, también es vital la selección de la tecnología que la lleva a cabo.

Microsoft proporciona un desfragmentador integrado. Aún así, muchos administradores de sistemas pronto se dan cuenta de que con esta herramienta no pueden cumplir con los requisitos que demandan los sistemas profesionales.

El motivo es que lleva demasiado tiempo. El administrador necesita programar el proceso de desfragmentación en cada una de las máquinas, de una en una, cuando podría prestar servicio a los empleados de la compañía, u ocuparse del mantenimiento de los otros sistemas esenciales.

El proceso es tremendamente lento y de una intensidad muy importante para los recursos. El resto de actividades del sistema deben detenerse. Por este motivo, la desfragmentación se realiza a menudo de noche o en los fines de semana, con lo que inevitablemente los costes aumentan. Y para añadir más frustración a todos los administradores de sistemas que podrían estar disfrutando de su tiempo libre, no hay ninguna indicación del tiempo que va a durar ni de cuando terminará el proceso.

Se podría pensar que un proceso tan duradero y complejo proporcionará resultados brillantes, pero nada más lejos de la realidad.

El instrumento integrado no elimina todos los fragmentos, ni hace frente a la fragmentación de espacios libres. No desfragmenta el MFT ni los archivos de marcación. En general, los resultados son ligeramente superiores, pero siguen siendo superficiales.

Por otra parte, las empresas consideran que la herramienta integrada no es la solución, por lo que buscan una alternativa automática.

Con un verdadero desfragmentador automático instalado en el sistema - uno que desfragmente en tiempo real, a medida que sucede, los administradores TI no necesitan preocuparse sobre los aspectos de mantenimiento de sus ordenadores.

Algunos de los instrumentos automáticos de software del mercado no disponen de la tecnología que evita que el proceso de desfragmentación impacte en los recursos del sistema. El usuario no notará que el software está funcionando de fondo.

De este modo, si realmente necesita disponer de un sistema funcionando al máximo, es mejor buscar una mejora profesional automática, donde la programación o la operación manual no sean necesarias y el rendimiento se maximice de forma constante.