La mayoría de los ataques epilépticos terminan espontáneamente y hasta ahora se desconocían los mecanismos moleculares que los hacen finalizar.

Sin embargo, científicos de la Universidad de Iowa (EEUU) han descubierto que la acidosis en el cerebro, una alta concentración de ácidos, interrumpe los ataques y, por tanto, para la actividad epiléptica.

El investigador John Wemmie y su equipo explican que un tipo de canales iónicos sensibles a ácidos (ASIC), los "ASIC1a", están involucrados en los ataques epilépticos.

Este tipo de canal iónico, presente en la membrana de las células cerebrales, es extremadamente sensible al pH extracelular y regula la excitabilidad neuronal.

Los científicos aseguran que la acidosis puede activar este canal, lo que interrumpiría los ataques epilépticos.

Para probar esta hipótesis, los científicos indujeron ataques de ese tipo en ratones de laboratorio que carecían de los canales iónicos ASIC1a y en otros que sí disponían de ellos.

Los individuos de ambos grupos inhalaron CO2, conocido por disminuir el pH cerebral e inhibir los ataques, pero sólo se interrumpieron las convulsiones de los ratones que tenían los canales iónicos activos.

Los que no contaban con estos canales sufrieron graves convulsiones y muchos ratones murieron a consecuencia de estos ataques.

Este experimento indica que los canales iónicos desempeñan un papel importante a la hora de poner fin a un ataque epiléptico al acortar su duración y evitar su agravamiento.

Según los investigadores, este descubrimiento podría contribuir al desarrollo de nuevos fármacos para tratar la epilepsia, una enfermedad compleja y difícil de controlar.