Según los profesores Tadeusz Kawecki y Joep Burger, profesores en el Departamento de Ecología y Evolución de esa Universidad, existe una correlación entre una mayor capacidad de aprendizaje y memorización y el tiempo que vive la mosca del vinagre, informó esa institución académica mediante un comunicado.

Para llegar a ese resultado, los científicos formaron dos grupos de moscas provenientes de la región de Basilea (norte de Suiza).

El primer grupo fue mantenido en su estado natural, mientras que en el segundo se estimuló al máximo el cerebro de los insectos, a los que se enseñó a asociar un olor de comida con un gusto, agradable o no.

"No se trata de producir una capacidad desconocida en las moscas, sino de mejorar una que ya existe naturalmente", explicó Kawecki.

Las conclusiones del resultado indican que las moscas que se mantuvieron en su estado natural vivieron entre el 10 y 15 por ciento más que las que aprendieron y memorizaron, es decir 54 días en lugar de 45.

En otras palabras, cuanto más inteligente se vuelve una mosca del vinagre, menos tiempo vive, ya que una actividad neuronal sostenida aceleraría su envejecimiento.

También se determinó en esta investigación que se necesitan de 30 a 40 generaciones de moscas para producir insectos que aprendan mejor y memoricen por mayor tiempo.

"Teniendo en cuenta que el cerebro consume entre el 20 y el 25 por ciento de la energía de los seres vivos, se puede comprender que los animales dotados de un cerebro menos desarrollado puedan vivir más tiempo", explicaron los profesores.

Como comparación, mencionaron que en el caso de un bebé humano, más de la mitad de lo que come sirve para mantener y construir su cerebro.