A la ceremonia de inauguración, celebrada en el Ayuntamiento de Helsinki, ciudad sede de la ECHA, asistieron también el comisario europeo de Industria, Günter Verheugen, el vicepresidente del Parlamento Europeo, Gérard Onesta, y el director ejecutivo de la agencia, el belga Geert Dancet.

El principal cometido de la nueva agencia europea consistirá en registrar, evaluar y autorizar -o, en su caso, prohibir- la utilización de sustancias químicas de forma uniforme en todo el territorio de la UE, en función del volumen de producción y de su riesgo potencial.

Para ello, la ECHA aplicará la nueva legislación europea de productos químicos, conocida como el reglamento REACH.

Esta normativa establece un sistema único para medir la peligrosidad de unas 30.000 sustancias químicas presentes en productos de uso cotidiano, como los cosméticos, los tejidos sintéticos y las latas de conserva.

De ellas, cerca de 3.000 sustancias son tan peligrosas que deberían ser prohibidas y sustituidas por otras menos nocivas, según los expertos.

Las empresas que fabrican o importan más de una tonelada de productos químicos al año tienen de plazo hasta el próximo 1 de diciembre para solicitar el pre-registro de los mismos y evitar de ese modo cualquier interrupción en su actividad.

La Comisión espera recibir unas 200.000 peticiones de pre-registro, en las que sólo es necesario adjuntar información básica, como los nombres de la empresa y el producto.

El registro definitivo de las sustancias implica requisitos más complejos, pues las compañías deben aportar información más detallada y garantizar que su uso no supone riesgos sobre la salud y el medio ambiente.

Las empresas químicas que hayan pre-registrado sus productos dispondrán de entre dos y diez años para completar el registro definitivo.

"El reglamento REACH mejorará la vida de todos los ciudadanos y, al mismo tiempo, aportará nuevas oportunidades a la industria europea", aseguró Barroso en su discurso inaugural.

Según dijo, la industria química es la tercera actividad productiva más importante de la UE en términos económicos, y da trabajo a 1,7 millones de personas.

En total, la UE produce el 31 por ciento de los químicos mundiales, más que Estados Unidos, que produce el 28 por ciento del total.

El jefe del Ejecutivo europeo subrayó que la UE aspira a que el reglamento REACH se convierta en un modelo a seguir en todo el mundo, que permita reducir globalmente el riesgo de las sustancias químicas para la salud y el medio ambiente.

"El interés que ya han mostrado otros países en el trabajo de esta agencia es realmente una señal muy positiva", indicó Barroso.

Por su parte, el comisario europeo de Industria, señaló que la Agencia Europea de Sustancias Químicas deberá enfrentarse al reto de "combinar la competitividad y la innovación industrial con la responsabilidad y el respeto por el medio ambiente".

"Esta agencia debe demostrar que REACH, la legislación medio ambiental más ambiciosa que jamás se haya aprobado, puede funcionar", agregó Verheugen.