La excursión terminó a las 23.01 GMT cuando Fossum y Garan entraron en la cabina de descompresión antes de regresar a la estación Alfa.

"Kibo ya está en su lugar. Su acoplamiento a la estructura ha sido completada con éxito", dijo el control de la misión en el Centro Espacial Johnson en Houston (Texas) cuando la EEI cruzaba los cielos de Madagascar.

"Ha sido un placer trabajar con ustedes hoy. Felicitaciones.

Tenemos una nueva esperanza en la estación espacial", añadió el control refiriéndose a la traducción del nombre del laboratorio japonés.

Ese fue el fin de una ardua pero festiva jornada de trabajo en la que los caminantes espaciales intercambiaron bromas y felicitaciones con la especialista Karen Nyberg y el astronauta japonés Akihiko Hoshide que les asistían desde la EEI.

La salida, que ocurrió a las 16.22 GMT, fue retrasada unos 50 minutos porque los dos astronautas, que habían pasado su descanso en la cabina de descompresión, escucharon un chirrido en el sistema de comunicaciones del casco en el traje de Fossum y decidieron reemplazarlo.

Kibo, con casi 12 metros de largo, es más grande que los laboratorios estadounidense y europeo adosados en la estación, un proyecto de 100.000 millones de dólares en el que participan dieciséis naciones.

El laboratorio japonés también tiene dos brazos robóticos, el mayor de los cuales llegó a órbita en la bodega del Discovery.

Fossum, quien tiene en su haber otras tres jornadas de trabajos en el exterior, y Garan, que realiza su primera, sujetaron el laboratorio Kibo a la estructura de la EEI, que orbita a unos 385 kilómetros de la Tierra.

Después de la inspección del mecanismo de sujeción en el lado izquierdo del módulo Harmony y de la apertura de la cubierta de una ventana, Fossum y Garan removieron las cubiertas de las superficies de atraque del Kibo.

Fossum además desconectó los cables de calefacción y quitó los pernos de cierre de las cortinas en la ventana delantera del laboratorio japonés.

Los astronautas también limpiaron una junta rotatoria de un ala de paneles solares que se había atascado, y recogieron el brazo robótico del transbordador que había quedado en la EEI desde una misión del "Endeavour" en marzo.

La NASA dejó el brazo robótico en la EEI para que hubiese espacio suficiente en la bodega del Discovery para el transporte del Módulo Presurizado Japonés Kibo.

Durante las tareas finales de esta jornada Gran y Fossum se trasladaron hasta el panel solar en estribor de la EEI, donde la junta rotatoria empezó a experimentar vibraciones y un aumento en el consumo de energía desde finales de 2007.

Garan instaló allí un reemplazo de uno de los doce juegos de cojinetes de la junta, al tiempo que Fossum inspeccionaba un área potencialmente dañada de la misma y probará diferentes técnicas para la limpieza de virutas en la superficie del anillo de ésta.

Mientras Fossum y Garan trabajaban afuera del Discovery y la EEI, que orbitan la Tierra a unos 27.000 kilómetros por hora, Nyberg y Hoshide usaron el brazo robótico de la estación para sacar el módulo japonés de la bodega del transbordador e instalarlo en su sitio definitivo.

Los dos astronautas también pusieron a prueba los nuevos guantes espaciales que incluyen parches de una tela resistente llamada "piel de tortuga" en el pulgar e índice, para evitar los desgastes ocurridos en los guantes anteriores.

La segunda de las tres caminatas, que también será realizada por Fossum y Garan, está prevista para el jueves a partir de las 15.32 GMT.