Roberts y Kornberg son dos de los 18 premios Nobel que participan como jurados de la vigésima edición de los galardones Rey Jaima I, cuyos premiados en sus seis modalidades -investigación básica, economía, investigación médica, protección del medio ambiente, nuevas tecnologías y urbanismo, paisaje y sostenibilidad- se conocerán mañana.

En una entrevista concedida a EFE, Roger Kornberg ha destacado la necesidad de que los gobiernos se impliquen en el desarrollo de los medicamentos "para promocionar la salud de las personas" y que sean las empresas farmacéuticas las de lleven a cabo esa actividad.

Según Kornber, las empresas farmacéuticas se enfrentan a diferentes decisiones, como "crear un medicamento que cure una enfermedad con una dosis" u otro del que se tengan que administrar múltiples dosis. Los consejeros delegados de la empresa "apoyarán la segunda opción, que es la más beneficiosos económicamente".

Richard Roberts también ha opinado que los laboratorios farmacéuticos eligen fabricar un determinado fármaco porque es "provechoso económicamente y no necesariamente para la salud", y ha considerado que la función del Gobierno es invertir dinero para descubrir nuevos medicamentos.

Respecto a la clonación humana, Kornberg se ha mostrado "completamente seguro" de que en un futuro "existirá y será objeto de debate", aunque ha precisado que antes de llevarse a cabo espera que la decisión de la sociedad sea crear tejidos humanos para mejorar o curar tejidos dañados, pero no para crear nuevos seres humanos".

En declaraciones a EFE, Roberts también ha señalado que la clonación humana "ocurrirá en el futuro" para permitir tener hijos a las parejas que no puedan tenerlos, y ha explicado que cuando se descubrió la inseminación artificial "hubo mucho revuelo al respecto, pero ahora lo aceptamos como una cosa normal".

Richard Roberts ha matizado que no está a favor de la clonación humana, ya que "no sabemos lo suficiente para hacerlo", pero ha opinado que en el futuro "al saber más, sería posible. El ser humano es complejo y en cuanto sepamos más sobre el y de las posibles consecuencias igual sería más factible", la clonación.

"La ingeniería genética puede llegar hasta donde dejemos que llegue", ha asegurado Roberts, quien se ha mostrado partidario de no hacer "nada que repercuta sobre el mapa del genoma humano en el hombre, porque en realidad no sabemos las consecuencias que ello pudiera conllevar".

Respecto a los problemas éticos que este tipo de investigación puede crear, Richard Roberts ha señalado que deben ser los gobiernos o las personas individuales "los que determinen esos límites éticos" y no los científicos.

Por su parte, Kornberg ha considerado que el rol del científico es "descubrir información" y la responsabilidad de la sociedad "regular la aplicación de esa información" y ha asegurado que los problemas éticos deben decidirse "fuera del laboratorio".

Kornberg, ha señalado que lograr personas totalmente perfectas y sin enfermedades "es un objetivo que todos pretendemos", y ha confiado en que un día "seamos capaces de prevenir y curar las enfermedades, incluso la vejez".

"Los descubrimientos mejorarán la condición humana y los requisitos para llegar a la perfección", ha asegurado Kornberg, cuyo padre Arthur recibió el Nobel de Medicina en 1959.

Sin embargo, para Roberts "es imposible caminar hacia personas totalmente sanas" ya que las enfermedades "siempre estarán. A lo mejor logramos controlarlas y que no sean tan malas, pero aún así volverán a surgir otras dolencias que podrán afectarnos".