Esta práctica, que en nuestro país sólo realiza el Hospital Peset de Valencia, permite que este tejido permanezca hasta 15 años congelado, por lo que, en el caso de las menores, se prevé que el transplante se realice cuando éstas cumplan los 18 y manifiesten su voluntad de ser madres.

La responsable del programa de preservación de la fertilidad en pacientes oncológicas, María Sánchez, explicó en rueda de prensa que las dos menores, que padecen la enfermedad conocida como linfoma de Hodgkin, fueron las que solicitaron en el Peset someterse a este método. Concretamente, consiste en extraer la corteza del ovario derecho, que posteriormente se traslada al Centro de Transfusión, donde se encuentra el banco de tejidos y se congela y donde permanece a la espera de que, cuando una mujer haya superado la enfermedad y desee ser madre, sea descongelado e implantado de nuevo.

Otra de los avances que facilita este tratamiento es que el tejido extraído puede permanecer congelado hasta 15 años, por lo que se prevé realizar el implante, en el caso de las menores, cuando ambas ya tengan más de 18 años y manifiesten su deseo de ser madre. Esto se debe a que, el implante, que se realiza por lamparascopia y anestesia epidural, "no es eterno" sino que tiene una efectividad de cinco años, por lo que cuanto más se aproxime a la edad en la que la paciente quiera ser madre, mejor.

Al igual que estas niñas, hasta el momento unas 200 mujeres se han sometido a esta técnica de extracción, de las que a un total de cinco ya se les ha implantado el tejido. En los próximos meses se espera que aumente el número de peticiones de implante ya que debe trascurrir un mínimo de dos años desde la extracción para asegurar que haya concluido el tratamiento de quimioterapia, así como el periodo de seguridad. Por ello, el rango de edad del programa se sitúa entre los 11 y los 39 años siendo la edad media de 32 años para los cánceres de mama y 24 en el linfoma de hodgkin.

Las cinco primeros casos corresponden a tres mujeres con enfermedad de hodgkin y dos con cáncer de mama, que querían recuperar su función hormonal y ser madres de forma natural. Sánchez explicó que en cuatro de las cinco mujeres ya están funcionando sus ovarios y de hecho tres de ellas tienen ya menstruaciones regulares. No obstante, apuntó que esta técnica se desaconseja en los casos de leucemia por el peligro de reintroducir células malignas, pero destacó que precisamente están llevando a cabo una línea de investigación para solventar este problema.

CÁNCER INFANTIL.

Por su parte, el jefe del departamento de oncología de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología, Vicente Guillén, expuso en estas jornadas que el cáncer infantil, aunque sólo afecta entre un 0,5 a un 1% de todo los cánceres, sí presenta un gran impacto psicosocial y emocional y que cada año se diagnostican en España 1.000 nuevos casos hasta los 14 años y otros 500 entre los 14 y los 19 años.

No obstante, destacó que la mortalidad ha disminuido un 60% en los últimos 40 años y se ha conseguido con los avances registrados en el diagnóstico y tratamiento que el 75% de los cánceres infantiles se curan. Sin embargo, evidenció que se ha comprobado que estos niños viven ocho años menos por los efectos secundarios a largo plazo tanto al tumor que tuvieron como, sobre todo, por el tratamiento aplicado y entre ellos se encuentra el de la esterilidad, que puede llegar a afectar entre un 25 y un 30% de los casos en ambos sexos.

Por ello, apuntó que el futuro pasa por tratar de disminuir estos efectos a largo plazo sin disminuir la eficacia de curación, lo que se está consiguiendo, resaltó, gracias a los nuevos fármacos selectivos que van saliendo al mercado como a alternativas a medicamentos que tenían muchos efectos secundarios.