El director del Instituto Clínico del Tórax, Josep Brugada, que ha realizado el implante del dispositivo, ha explicado en conferencia de prensa que el desfibrilador se colocó el pasado 8 de abril de manera simultánea a otros 14 idénticos instalados en otros puntos del planeta, y que corresponden a la generación más sofisticada de estos aparatos que se encuentra en el mercado.

Este dispositivo, que en estos momentos tiene un coste de entre 18.000 y 22.000 euros, supone un avance en el control de los pacientes con insuficiencia cardíaca grave a los que ya se les implanta un desfibrilador automático que detecta las anomalías y sincroniza el ritmo del corazón.

Se calcula que en España existen unas 500.000 personas con una insuficiencia cardíaca severa, de las que unas 100.000 están afectadas por una asincronía eléctrica, por lo que podrían ser candidatos a un dispositivo como el presentado hoy.