Los vecinos evacuados habitaban en las viviendas más próximas al cráter de este estratovolcán de 1.703 metros de altura.

Las autoridades locales elevaron el nivel de alarma y ordenaron la evacuación de toda persona dentro de un radio de 1,8 kilómetros en torno a la cima, no obstante vulcanólogos indonesios indicaron a la radio que la situación no es "particularmente peligrosa".

Cerca de 25.000 personas residen en torno a este volcán que la última vez que entró en erupción fue en 2005, aunque el año anterior explosionó en cinco ocasiones y mató a una persona.

El archipiélago indonesio acoge a unos 500 volcanes de los que 129 permanecen activos.