El estudio "Vehículos eléctricos: el fin del dominio del petróleo", elaborado por el profesor Gary Kendall, analiza la viabilidad, así como los posibles impactos, de lograr un sistema de transporte más sostenible basado en el uso de la electricidad frente a otros sustitutos de los carburantes actuales.

El informe recuerda que el sector del transporte depende en un 95 por ciento de los combustibles líquidos derivados del petróleo y es la segunda fuente de emisiones de gases de efecto invernadero, principales responsables del cambio climático.

Actualmente, existen 800 millones de vehículos en el mundo, una cifra que puede duplicarse en el año 2030, por lo que "no podemos seguir haciendo caso omiso" del problema de esa dependencia del crudo, según Adena.

"Debemos dar paso a un paradigma del modelo de movilidad en que el transporte sea más eficiente y compatible con un futuro energético renovable y sostenible", señala.

Frente a una eventual crisis del petróleo, el informe explica que los gobiernos y las empresas petrolíferas "se están viendo forzadas" a encontrar sustitutos, los denominados combustibles fósiles no convencionales (obtención de hidrocarburos líquidos a partir de carbón, gas natural o arenas bituminosas).

Estos nuevos combustibles "tienen unos impactos ambientales mucho peores que los que representa el consumo de crudo tradicional", señala.

Adena pide acelerar la comercialización de vehículos que puedan alimentarse con distintas fuentes de energía primaria y que sean altamente eficientes y compatibles con un futuro energético renovable y sostenible, y cree que "la electrificación del sector del automóvil ofrece una prometedora vía de alcanzar ese objetivo".

El estudio asegura que los vehículos eléctricos consumen mucha menos energía primaria por kilómetro recorrido, por lo que son hasta cuatro veces más eficientes que sus homólogos convencionales mecánicos.

Por ello, "incluso con el 'mix' energético actual dominado por los combustibles fósiles, los vehículos eléctricos pueden proporcionar una reducción absoluta de gases de efecto invernadero".

No obstante, el informe advierte de que la electrificación del sector de la automoción no es suficiente, por lo que son necesarias medidas como el fomento de sistemas de transporte público y una planificación más inteligente del territorio.